Fundada en 1902 por Doña Luz Saviñón, nuestra misión es brindar apoyo y beneficios tangibles a quienes más lo necesitan, ofreciendo soluciones financieras justas y accesibles.

Nuestro enfoque principal es el desarrollo integral de las personas y sus familias. Ofrecemos préstamos inmediatos con condiciones ventajosas, que incluyen el mejor monto, tasas de interés competitivas, plazos flexibles y facilidades de pago adaptadas a tus necesidades.

Cada empeño o compra que realizas con nosotros no solo te beneficia a ti, sino que también nos permite llevar a cabo labores asistenciales, manteniendo viva la visión de nuestra fundadora. En Montepío Luz Saviñón, tu confianza se traduce en acciones concretas que mejoran la vida de muchos.

¿Quiénes son los dueños de Montepío Luz Saviñón ?

Montepío Luz Saviñón es una institución sin fines de lucro que se distingue por no tener «dueños» en el sentido tradicional de una empresa privada. Estamos regidos por un Patronato comprometido con la excelencia y la integridad, garantizando que nuestras operaciones y decisiones estén siempre alineadas con nuestros valores y objetivos.

Nos enorgullecemos de estar registrados como Institución de Asistencia Privada ante las autoridades competentes y de estar regulados por la Junta de Asistencia Privada (JAP).

Al elegir a Montepío Luz Saviñón, usted está optando por una institución que se preocupa genuinamente por su bienestar financiero y que contribuye activamente al desarrollo social y comunitario.

¡Gracias por elegirnos y ser parte de nuestra causa!

¿Quién es Luchito/Lucho Luz Saviñón?

La Historia de Luchito Saviñón

¡Hola! Soy Luchito Saviñón, y esta es mi historia. Quiero compartir contigo mi viaje desde mis primeros pasos hasta convertirme en el símbolo de esperanza y emprendimiento. Esta historia abarca generaciones y está profundamente arraigada en el Apoyo a la Comunidad y el Emprendimiento Mexicano. ¡Acompáñame en este recorrido lleno de empeño, superación y mucho corazón!

Infancia

Nací en una familia mexicana promedio, donde el esfuerzo y la perseverancia siempre fueron valores fundamentales. Mi tatarabuelo, un hombre sencillo y trabajador, fue una de las primeras personas beneficiadas por Montepío Luz Saviñón, allá por 1902. Gracias a la visión de Doña Luz Saviñón, mi familia pudo salir adelante en tiempos difíciles.
De niño, me encantaba jugar con mis amigos en las calles de mi barrio. Recuerdo que, a los diez años, soñaba con tener la última consola de videojuegos, pero el dinero siempre era escaso. Fue entonces cuando mi abuelo me enseñó el valor del empeño. Llevamos mi vieja consola a Montepío Luz Saviñón y obtuvimos el dinero suficiente, más mis ahorros de meses, para comprar la más nueva. Este 1er contacto con el empeño, me dejó una profunda lección: siempre hay una manera de salir adelante, si sabemos aprovechar nuestros recursos.

Adolescencia

A medida que crecía, mis intereses se expandieron. Quise aprender a tocar la guitarra y practicar fotografía, pero los equipos eran caros. Otra vez, ¡Montepío Luz Saviñón fue mi salvavidas! Empeñé algunos objetos de valor y pude adquirir una guitarra y una cámara de segunda mano. Estos empeños no solo me permitieron desarrollar mis habilidades, sino que también me enseñaron a valorar no solo mis bienes materiales sino las cosas que verdaderamente importan en la vida, como la familia, los amigos, los momentos compartidos y a entender la importancia de tener responsabilidad financiera.
Durante la secundaria, tuve que empeñar mi bicicleta para ayudar a mi familia a solventar los gastos de una hospitalización inesperada. Ese momento fue difícil, pero también me mostró el verdadero significado de la solidaridad y el apoyo comunitario.

Juventud

Al llegar a la universidad, los retos financieros no disminuyeron. Tuve que encontrar maneras de cubrir mis gastos educativos… como siempre, Montepío Luz Saviñón estuvo ahí para apoyarme. Empeñé mi guitarra y otros objetos personales para poder pagar mis estudios. Esta experiencia me fortaleció y me hizo apreciar aún más la misión de Montepío Luz Saviñón de brindar soluciones financieras justas y accesibles.
Con el tiempo, me convertí en un emprendedor. Abrí mi propio negocio de creación de contenido, utilizando equipos adquiridos gracias a los empeños. Mi negocio creció y prosperó, y siempre tuve presente que parte de mi éxito se debía al apoyo constante de Montepío Luz Saviñón.

Adultez

Hoy, me siento realizado. He logrado muchas de mis metas y sigo emprendiendo con nuevos proyectos. Montepío Luz Saviñón ha sido una parte integral de mi vida, no solo en los momentos de necesidad, sino también en mis triunfos. He empeñado y comprado muchos artículos a lo largo de los años, aportando y sumando a la comunidad y siempre he encontrado en esta institución un aliado confiable.
Mi historia es un testimonio del poder del empeño y del impacto positivo que puede tener en la vida de una persona. Montepío Luz Saviñón no solo me ha ayudado a mí, sino que ha beneficiado a miles de mexicanos a lo largo de más de un siglo. Cada vez que empeño algo, sé que estoy contribuyendo a la comunidad, permitiendo que otro emprendedor tenga la oportunidad de alcanzar sus sueños, tal como yo lo hice.

Reflexión

Mirando hacia atrás, me doy cuenta de cuánto ha influido Montepío Luz Saviñón en mi vida y en la de mi familia. Desde mi tatarabuelo hasta mí, hemos sido testigos del compromiso y la dedicación de esta institución hacia la comunidad mexicana. Cada empeño, cada compra, ha sido un paso más hacia el progreso y la realización personal.
Espero que mi historia te inspire a ver el empeño no solo como una solución financiera, sino como una oportunidad para crecer y prosperar. En Montepío Luz Saviñón, siempre encontrarás un aliado dispuesto a apoyarte en cada etapa de tu vida. ¡Sigamos adelante juntos, con empeño y determinación!

¡Soy Luchito Saviñón, y siempre estaré aquí para recordarte que el esfuerzo y la perseverancia son la clave del éxito!